La indisolubilidad no acompañaba únicamente al matrimonio celebrado in facie ecclesiae, también era una condición inherente a las palabras de futuro o esponsales. La promesa de matrimonio ligaba irremediablemente a los desposados bajo imperativo legal y religioso, por lo que no llegar a completar el ceremonial por la negativa de uno de los miembros de la pareja que contrajo el vínculo esponsalicio era considerado delito y pecado mortal.

Tomando como referencia los estudios dirigidos al examen de la vida privada de otros tiempos, y partiendo de un análisis sobre el modelo matrimonial instaurado en el Concilio de Trento, la presente obra pretende, a través del estudio de las transgresiones cometidas en los momentos próximos al intercambio de dichas palabras de futuro, valorar el grado de cumplimiento efectivo o de apartamiento de las pautas culturales y jurídicas impuestas a los hombres y mujeres de la Modernidad, así como evaluar si el "amor" tuvo peso suficiente como para convertirse en factor capaz de llevar a la rebeldía y a la quiebra del modelo matrimonial establecido.

Siendo esto así, los términos del "contrato" matrimonial, los tiempos, los intereses en juego, los vínculos creados entre los futuros esposos y las relaciones existentes entre las familias se convirtieron en objeto prioritario de estudio. Con ello se ha perseguido conocer cuáles fueron las causas más habituales de ruptura de la promesa, qué papel jugaron los parientes en el desistimiento de la palabra o en la concertación de los matrimonios, cuáles las respuestas dadas por los prometidos, qué grado de intimidad alcanzaron en sus relaciones previas al matrimonio, o en qué medida calaron entre las gentes los mandatos referentes a la publicidad y celebración ante el altar de las nupcias.