El Diccionario de la RAE lo sabe todo y además, es imparcial. Neutral e infalible... También es santo. Siempre dice la verdad, guste a unos y no a otros. Es la voz del pueblo. Es palabra que fue pronunciada, y se pronuncia, con la autoridad, el sentimiento, la historia y la vida de muchos en todas y en cada una de sus sílabas con las correspondientes procedencias y orígenes etimológicos, cargados de cultura. Todas las palabras del diccionario tienen padre y madre. Hijos e hijas. Todas son testimonios de vida. También, por supuesto, de muerte, sin haber rehuido muchas de ellas, el martirio.
Y es el diccionario el que me sirve de base en esta introducción para afrontar uno de los problemas más graves que circundan y definen a la sociedad en la actualidad, dentro y fuera de España, incapacitando de raíz, y bochornosamente, la convivencia entre los seres humanos. De entre ellos, y por motivos de irracionalidad, debilidad e incultura, las mujeres, por mujeres, resultan ser sus protagonistas principales pasivos.
El problema se escribe y describe con letras mayúsculas en todas las palabras y sílabas entintadas, vergonzosa y cobardemente, de sangre. "Violencia" y "machismo" están en su abecedario de modo y manera fehaciente y activo.
Y el contenido de estas voces gramaticales en el diccionario, tanto culto como vulgar, en la diversidad de acepciones, prevalecen estas: "Violencia", es decir, "tendencia a dejarse llevar fácilmente por la ira, cólera o furia," o "hacer uso de la fuerza" que, adjetivada de "bruta", es "la que se aplica sin derecho y sin inteligencia, violentamente y contra la voluntad de alguien" y hasta sus últimas consecuencias, con inclusión de la muerte.
"Machismo" es definido académicamente como "actitud o tendencia discriminatoria que considera al hombre superior a la mujer". "Machista" se relaciona con "quien o quienes protagonizan y ejercen tal diferenciación que considera inferior a una persona o a un colectivo por motivos sociales, religiosos o políticos, negándoles ciertos derechos". "Machista", como substantivo, es del género común: es decir, el machista o la machista". "Macho" es el "animal de sexo masculino y se usa como apelativo". "Animal" referido a una persona, es "aquel, o aquella, que no tiene educación, es ignorante y muestra un comportamiento instintivo".
Sí, "Violencia machista". Así como suena y tal y como lo refiere y sanciona el diccionario. Lo de violencia de género -"conjunto de seres que tienen uno o varios caracteres comunes", "malos tratos", o "violencia doméstica"- de la casa o del hogar-, no pasan de ser blandos subterfugios, pretextos y escapatorias vergonzosamente sonrojantes, con las que sus inventores, y propagandistas, pretendieron y pretenden en exclusiva, o fundamentalmente, edulcorar con imposible azucaramiento sociológico las monstruosas barbaridades que han sufrido, y sufren, tantas mujeres en la actualidad , dentro y fuera de los recintos domésticos y familiares.
Y es el diccionario el que me sirve de base en esta introducción para afrontar uno de los problemas más graves que circundan y definen a la sociedad en la actualidad, dentro y fuera de España, incapacitando de raíz, y bochornosamente, la convivencia entre los seres humanos. De entre ellos, y por motivos de irracionalidad, debilidad e incultura, las mujeres, por mujeres, resultan ser sus protagonistas principales pasivos.
El problema se escribe y describe con letras mayúsculas en todas las palabras y sílabas entintadas, vergonzosa y cobardemente, de sangre. "Violencia" y "machismo" están en su abecedario de modo y manera fehaciente y activo.
Y el contenido de estas voces gramaticales en el diccionario, tanto culto como vulgar, en la diversidad de acepciones, prevalecen estas: "Violencia", es decir, "tendencia a dejarse llevar fácilmente por la ira, cólera o furia," o "hacer uso de la fuerza" que, adjetivada de "bruta", es "la que se aplica sin derecho y sin inteligencia, violentamente y contra la voluntad de alguien" y hasta sus últimas consecuencias, con inclusión de la muerte.
"Machismo" es definido académicamente como "actitud o tendencia discriminatoria que considera al hombre superior a la mujer". "Machista" se relaciona con "quien o quienes protagonizan y ejercen tal diferenciación que considera inferior a una persona o a un colectivo por motivos sociales, religiosos o políticos, negándoles ciertos derechos". "Machista", como substantivo, es del género común: es decir, el machista o la machista". "Macho" es el "animal de sexo masculino y se usa como apelativo". "Animal" referido a una persona, es "aquel, o aquella, que no tiene educación, es ignorante y muestra un comportamiento instintivo".
Sí, "Violencia machista". Así como suena y tal y como lo refiere y sanciona el diccionario. Lo de violencia de género -"conjunto de seres que tienen uno o varios caracteres comunes", "malos tratos", o "violencia doméstica"- de la casa o del hogar-, no pasan de ser blandos subterfugios, pretextos y escapatorias vergonzosamente sonrojantes, con las que sus inventores, y propagandistas, pretendieron y pretenden en exclusiva, o fundamentalmente, edulcorar con imposible azucaramiento sociológico las monstruosas barbaridades que han sufrido, y sufren, tantas mujeres en la actualidad , dentro y fuera de los recintos domésticos y familiares.
Historias íntimas de una mujer maltratada
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Autor:
Antonio Aradillas Agudo
- Código del producto: 7878
- Categoría: Biografías, literatura y estudios literarios, Sociedad y ciencias sociales, Biografías y prosa de no ficción, Sociedad y cultura: general
- Temática: Historias reales: general, Estudios de género: mujeres y chicas
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ISBN:
- 9788417867089 - Papel Cómpralo aquí
- 9788417867102 - ePub Cómpralo aquí
- 9788417867096 - POD (Producción a demanda) Cómpralo aquí
- Tamaño: 150 x 210 mm
- Páginas: 300
- Idioma: Español / Castellano
- Interior: B&N (Estándar)